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Construcción postsísmica y biblioteca: dos proyectos

Las bibliotecas tienen una relación vital con la emergencia: ya sean destruidas por conflictos o accidentes (humanos, naturales) la historia nos muestra que son obstinadas sobrevivientes. Aunque se han escrito muchos textos sobre destrucción de bibliotecas aquí hablaremos de lo contrario. A continuación presentamos dos proyectos no de rehabilitación, sino de nueva creación: la nueva Biblioteca Municipal de Concepción, en Chile, y la biblioteca y centro comunitario “The Pinch”, una pequeña biblioteca en el poblado de Shuanghe, en el interior de la sureña y fronteriza provincia de Yunnan, de la República Popular China.

Ambas bibliotecas formaron parte de estrategias municipales de reconstrucción social y urbana después de severos eventos sísmicos: el terremoto y tsunami chileno de 2010 (8,8 grados en la escala de Richter) y una serie de terremotos en el sudeste de China en 2012 (6,1 grados). En ambos casos las bibliotecas se edificaron en madera, material constructivo muy utilizado en ambas regiones y que suele ser recomendado en zonas sísmicas.

 

Cortesía: Sebastián Irarrázaval.

Biblioteca pública de Concepción, reconstruyendo desde la lectura

El primer proyecto es la nueva biblioteca municipal de la ciudad chilena de Constitución, en la Región del Maule. Es un proyecto de financiación público-privada que inició en 2011 y finalmente fue inaugurado en 2015.

Según sus arquitectos el diseño de la obra está basado en la práctica de la lectura, tanto del entorno como de la propia biblioteca, pues la lectura modeló formalmente los espacios, primero porque elevaron el interior para que la zona de lectura quedara nivelada con las copas de los árboles localizados en una plaza frente al terreno (e incluso, el mobiliario de la biblioteca tiene colores y texturas que evocan esos mismos árboles) como un acto de lectura en y desde el interior.

También se partió de la idea de lectura para resolver el diseño de la techumbre de vigas que iluminan de manera natural y diferenciada tres zonas de lectura: la de “lectores pequeños”, la de jóvenes y la de adultos, así tienen distintas calidades de luz que definen o remarcan los tres espacios en una planta arquitectónica abierta (sin muros).

Cortesía: Sebastián Irarrázaval.

Finalmente, la fachada se conforma por tres volúmenes de doble altura que rompen un plano de concreto aparente y está pensada para “transmitir el carácter público del edificio”, ya que el interior de la biblioteca, es decir, tanto los acervos como las actividades, puede ser leído desde el exterior por los peatones que transiten frente al edificio.

 

Cortesía: Ottevaere y Lin.

The Pinch, un micro espacio abierto, multiusos, plural

El segundo proyecto, la biblioteca y centro comunitario The Pinch, es una pequeña intervención (o “pellizco”) social y comunitaria en el pueblo de Shuanghe, localizado en el interior de la provincia de Yunnan, al sur de China. Sus autores, los arquitectos Olivier Ottevaere y John Lin son responsables de poéticos proyectos en madera que suelen tener más de una función, así un mirador diseñado por ellos se enfrenta a la panorámica de un paisaje oriental pero también está pensando como un espacio para abarcar el exterior y también como un refugio para estar y permanecer.

En este caso la pequeña biblioteca de Shuanghe es también un puente-rampa-plaza que es también un mirador de paisaje y un centro comunitario. Se edificó después de una serie de terremotos que en 2012 ocasionaron la pérdida de numerosos edificios y la mayoría de las casas habitación del pueblo, así como la muerte de 80 personas.

Cortesía: Ottevaere y Lin.

The Pinch se considera un híbrido social y formal: la biblioteca funciona también como centro comunitario y su techumbre es una rampa que une dos niveles del centro del poblado, es un pequeño patio de recreo y un espacio para sentarse y observar a la gente que utiliza y se junta en la plaza contigua.

El interior de la biblioteca sirve también para reuniones de vecinos y de momento, sus estantes ofrecen 200 libros, pero su capacidad es de 2400 libros. Tiene libreros colgantes que son una extensión de la estructura del techo, por lo que ofrece espacio libre de circulación y quizá por ello la biblioteca fue inmediatamente apropiada por los niños del pueblo, como afirman los responsables.

Cortesía: Ottevaere y Lin.

Otra cosa importante que señalan distintas fuentes es que últimamente han llegado distintos y nuevos migrantes al pueblo, por lo que el edificio intenta ser también un símbolo que materializa la apertura y pluralidad.

Estos proyectos de arquitectura pública reconocen a la biblioteca local como un punto de partida que contribuye a la reconstrucción (social, emocional) posterior a un evento traumático, ya que es un espacio que propicia de forma permanente la comunicación humana y el encuentro y convivencia entre vecinos.

¿Sabes de otros proyectos de arquitectura de bibliotecas postsísmicas? ¿Quiéres conocer más de estos dos proyectos de arquitectura bibliotecaria?

Para más detalles de las obras, visitar las fuentes originales:

  • Biblioteca municipal de Constitución

Equipo de arquitectura: Sebastián Irarrázaval, Macarena Burdiles, Carlos Pesquera, Alicia Argüelles, Sebastián Mancera.

Promotores: Fundación La Fuente, Banco Itaú y Fundación Arauco

Propietario: Municipalidad de Constitución

Superficie construida: 350 mt2 (255 mt2 el edificio)

Ubicación: Oñederra 535, Constitución

Año del sismo: 2010

Año de proyecto: 2011

Año de construcción: 2015

Costo 320 M.

Fuentes:

  • Biblioteca y centro comunitario The Pinch

Equipo de arquitectura: Olivier Ottevaere y John Lin

Promotor University of Hong Kong (HKU)

Propietario: Municipalidad de Shuanghe

Superficie construida: 80.0 mt2

Año del sismo: 2012

Año del proyecto: 2012

Año de apertura: 2014

Costo total: 130,000 rmb (20 mil dólares)

Costo unitario: 1600 rmb/m2

Fuentes:

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